En la mayoría de las ocasiones, cuando se quiere alquilar un local para dar comienzo a un negocio, el propietario del local suele pedir dos cosas: la fianza del alquiler del inmueble y un aval bancario.
Si no sabes qué significa esto, aquí encontrarás la respuesta.
¿Qué es un aval bancario?
Un aval bancario es un contrato de afianzamiento mediante el cual una entidad financiera garantiza a un tercero (en este caso al propietario que alquila el local) que el cliente interesado en arrendar va a cumplir con su obligación que es pagar el alquiler del local.
¿Cómo solicitar un aval bancario para alquilar locales?
Para solicitar un aval bancario debes llevar toda la documentación que el banco te exige. Esto con la finalidad de asegurarse de que puedas cumplir con las responsabilidades económicas que esto implica.
Si tú, por cualquier circunstancia, no puedes pagar el alquiler, el propietario puede reclamar a tu entidad financiera el pago de este. Es lo que se llama ‘ejecutar’ el aval.
Una vez que tu entidad financiera ha ejecutado el aval, tendrás que devolverle al banco lo que ha pagado al propietario, por lo que tendrás que asumir los intereses, los gastos de cobranza y las penalidades que el banco establezca.
¿Qué garantías me pide el banco para concederme un aval bancario?
El banco necesita analizar tu capacidad de pago del alquiler, es decir, la obligación por la cual se formaliza el aval. Por eso te pedirá un justificativo de tus ingresos (nómina, balances de cuentas, acciones de empresas y otros).
En el hipotético caso de que el aval tuviera que ejecutarse, el banco analizará tu capacidad para devolver el dinero que haya adelantado al beneficiario del aval (el arrendador o propietario del local). Por eso necesita documentos que acrediten tu solvencia financiera.
Otro aspecto que es importante para un banco es la vinculación con la entidad: si eres cliente nuevos o muy recientes, es probable que la entidad solicite garantías adicionales (avalistas, pignoración de fondos, etc.).
Consecuencias por incumplimiento de cancelación de un aval bancario
El incumplimiento de un pago que obliga a ejecutar un aval bancario conlleva a una serie de penalizaciones sancionadas por las leyes españolas contra la persona que ha faltado al contrato firmado con la entidad bancaria.
Depende de la gravedad del incumplimiento, el monto y las razones atenuantes serán las penalizaciones que deberás asumir.