A medida que pasa el tiempo, las viviendas van adquiriendo más valor, especialmente si se encuentran en zonas donde es posible realizar actividades al aire libre. Muchas personas optan por estos lugares cercanos a la naturaleza, para pasar las vacaciones e incluso vivir durante algunos meses.
Si tienes una casa en el campo, entonces tienes la posibilidad de ponerla en alquiler. Pero, antes de hacerlo, debes conocer los requisitos y demás detalles relacionados. Veamos cuáles son.
¿Se Puede alquilar una casa de campo sin permiso legal?
Como propietario del inmueble, seguramente vas a querer disfrutar de todos los beneficios que te ofrece la ley. Sobre todo cuando se trata de la puesta en alquiler de tu casa. Es por esa razón que debes hacer el esfuerzo y realizar todo dentro del marco de la ley.
¿Es posible hacerlo sin permiso legal? Sí, sobre todo por tratarse de una casa en el campo. Pero eso no es lo más recomendable. De hecho, algunas personas que han tomado esa decisión, han perdido su propiedad por vía administrativa. No queremos que eso te suceda. Es por eso que te recomendamos tomar las medidas para hacer todo el proceso de forma legal.
¿Dónde solicitar los permisos de alquiler para rentar una casa de campo?
El gobierno ha designado a diferentes organismos para que otorguen permisos a los ciudadanos que vivan cerca de su territorio asignado. El ayuntamiento es la institución encargada de entregar los permisos relacionados con la vivienda. Por tal razón, puedes acercarte hasta el que te corresponda y cumplir los requisitos que te exijan.
En caso de incluir la opción de paquetes turísticos, o usar la casa para dicho fin, entonces también debes dirigirte a la secretaría del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo más cercana. Allí tienes que presentar la solicitud del permiso para efectuar actividades turísticas en tu casa de campo.
¿Cuáles son los precios de alquiler de una casa de campo?
Los precios de alquiler podrían variar considerablemente. Esto dependerá del pueblo donde esté ubicada, los sitios de interés turísticos que se encuentren cerca, así como el tamaño de la casa y las comodidades que ofrezca.
En algunos lugares de internet se promete que el alquiler podría estar entre 200 y 250 euros al mes. Nada mal ¿verdad? Ahora bien, es necesario aclarar que, aunque sí es posible hallar estos precios muy bajos, seguramente las condiciones de la casa y su ubicación podrían no ser tan atractivas.
En otros lugares el costo podría alcanzar los 4500 euros al mes. Claro, en ese caso se trata de casas muy espaciosas con varias habitaciones y baños. Por ejemplo, una casa en San Sebastián con 5 habitaciones y 5 baños, más todas las comodidades que se pueden dispensar en el lugar, alcanza los 3500 euros.
¿Qué necesito para alquilar mi casa de campo?
Como ya hemos señalado, hay ciertas normas que debes cumplir si deseas alquilar con éxito tu casa de campo. Especialmente en lo relacionado con los documentos que debes tener. Vamos a comentar en detalle cada uno de estos.
Documentos de propiedad
Ninguna persona que sea incapaz de comprobar que una casa le pertenece, puede ponerla en alquiler. Es por eso que debes tener a la mano el documento legal que pruebe que esa casa es tuya. Dicho documento es el único medio para demostrar quién es el propietario del inmueble.
Este documento debe estar debidamente redactado. En él debe estar claramente especificado tu nombre y demás datos personales. Debe tener los detalles de la casa, como su ubicación exacta, las dimensiones de la propiedad, etc. Y, además, debe contar con los derechos y deberes de la casa, por ejemplo si está hipotecada. Por último, requiere el sello de aprobación del registro.
Permiso de habitabilidad
Un documento que tampoco puede faltar por ningún motivo, es la cédula de habitabilidad. Este documento, expedido por el ayuntamiento, es la mejor manera de probar que se puede vivir en esa casa y, sobre todo, que es completamente seguro hacerlo.
Luego de la revisión correspondiente, y una vez se compruebe que satisfaces todos los requisitos exigidos, se te hará entrega de este permiso. Tienes que presentarlo al momento de negociar las condiciones del alquiler con el futuro inquilino.
Contrato de alquiler
El contrato de alquiler es mejor hacerlo por escrito. De esa forma ambas partes del acuerdo tendrán las reglas claras desde el principio. El modelo es muy parecido al que se realiza para alquilar una vivienda en cualquier lugar del país. Estos son los datos más importantes que debe tener:
- Información de la casa. Datos como su ubicación, condiciones, tamaño, etc.
- Información del dueño. Tus datos deben estar bien especificados y desde el principio se te debe identificar como el arrendador.
- Información del inquilino. También los datos personales del arrendatario se deben colocar en su totalidad, desde el principio.
- Servicios. Como es de esperar, los servicios básicos deben pagarse. Por ello, se debe colocar en el contrato quién lo hará, tú o el inquilino.
- Mensualidad. Es la cantidad que el inquilino se compromete a pagar por concepto de alquiler.
- Mejoras a la propiedad. Es necesario señalar quien se encargará del mantenimiento.
- Periodo de alquiler. Sea que se trate de uno o más meses, esa información debe estar en el acuerdo.
- Otros datos. Se debe escribir cualquier otro detalle que ambas partes consideren importante.
Registro de viviendas en turismo
Si tienes como meta usar la casa para fines turísticos, debes efectuar el correspondiente registro en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Una vez entregues todos los requisitos exigidos por ellos, te harán entrega de un documento legal. Esto te permitirá realizar actividades turísticas en la vivienda sin problemas.
Fianzas, garantías, impuestos
Por último, hay una serie de pagos que debes tener al momento de firmar el alquiler. Con cada uno de ellos debes estar al día, de lo contrario no se podrá realizar el arrendamiento de la propiedad.
Entre estos, encontramos la fianza que debe pagarse al ayuntamiento para que te permitan alquilar la casa. También el pago de todos los impuestos ante los diferentes organismos gubernamentales y todas aquellas garantías que tú, como dueño de la casa, exijas al nuevo inquilino dentro de lo permitido por la ley.